miércoles, 25 de marzo de 2009

Viaje a la cordillera - Videos del Viaje

San Martin - Siete Lagos


San Martin - Bariloche



Bariloche - Bolson



Frontera - Villa Langostura



Villa Langostura - Empalme

Viajes en moto - Resumen Completo del Viaje

San Martín - Bariloche
Segundo día. El plan de viaje se atrasa, ¿causa? Otro despistado, el Gaby no chequeó la goma trasera antes de salir de viaje, se le ven los alambres, es radial. Armando le pide al Fisu que le envíe una 160 para el ZX11 y llega tipo 09.00. De ahí cambiar la goma, conseguir herramientas ya que el eje trasero del kawa es distinto a las otras motos; el gomero la cambia y de ahí a Junín a agruparnos. Separamos en grupos y salgo con Armando, Walter y Fabián. Lugares hermosos, curvas extraordinarias, un espectáculo. Tratando de seguir la trazada todavía me cuesta no perder el ritmo, aparentemente es el cambio; pruebo seguirlos en cambios diferentes, paramos y les comento. Me dicen que las rectas en 6 a algo de 160 máximo, para que nos podamos reagrupar; en curva lo que pueda trazar el más débil del grupo, o sea yo; por lo tanto, tenía que ver los pies cuando bajaban cambios a la entrada de la curva, si es posible no frenar, sólo con la retención.
De ahí era toda muñeca, control del acelerador en todo momento, para mantenerme aproximado, más de eso no, lo que si había curvas o eses que intimidaban y caí en la distancia nuevamente entonces a practicar mantenerme en ritmo.
Llegamos al lago, paramos y reagrupamos, fotos, cambio de batería a la camarita y de ahí en más nada de filmacion. Lo lindo es que me quede solo y empecé a trazar de ahí a la próxima parada solo, un espectáculo, me di cuenta que algo había aprendido, siempre entrando a abierto al limite de la doble amarilla o la banquina, mi mano, y de ahí cerrarme solo cuando veía la salida de la curva y vuelta acelerador; algunas no terminaban más!!!
Pero lo resolví, reagrupada, y de vuelta con el grupo. Otro espectáculo impresionante llegar a confluencia, una de las últimas curvas con una trazada en tres radios de curvatura, en donde Armando nos saco más de 100 metros y todos volcados, el profe después nos explicó el porqué: es una curva con dos radios de curvatura, al principio y al final, más severos que el del medio, y cuando te estás confiando en la trazada media, tenés que volcar más de lo que venís volcando; el Chip no lo vio, y por eso nos sacó un montón. Todas las curvas llegando a confluencia un espectáculo, pero lo que más me llamó la atención fue el lugar, una vista del río embalsado con un azul increíble.

De Confluencia a Bariloche nos aparecieron las curvas más endemoniadas con algunos problemas en el asfalto que nos hacían menguar la velocidad, pero que no impedían el disfrute; la entrada a Bariloche fue hermosa, este tramo lo hice con Fabián como guía y Martín; la camarita no filmó, guaaa!! Estuvo terrible, íbamos muy cerca, muy parejos, el nivel de los tres fue muy similar, recordando que Fabián mantenía mi velocidad para que no lo pierda.

Llegamos a las cabañas; de ahí circuito chico, tentado de hacerlo tipo prime, pero había trafico; alguna vez lo haré, es hermoso, curvas cerradas, tapados de árboles, con sombra, y cada tanto el lago, increíble.

De ahí a comer a Pilgrim, un espectáculo la comida, el plan era almorzar, por el tema de la goma llegamos a las 18.0. Arrancamos con patitas de pollo con salsa picante, jamón crudo, longaniza, y terminamos con pizza, cerveza artesanal, de las más variadas, y una atención de lujo, todo organizado con el Wally. La noche era ir a PK2, el boliche de Wally, pero mi cuerpito no me dejó, después de dos cervezas estaba para la cama y así fue. Las cabañas un espectáculo.

El resumen de la jornada es: mejor que la anterior, festival de curvas, aprendiendo a mantener el ritmo y aprendiendo a usar la cámara del casco. El grupo soltándose, el Pino mejor, el Mosca y Sebastián tratando de soltarse, el paisaje los alucinaba y la trazada merecía mucha atención; Zacha y Martín se turnaron para guiarlos.
El Gaby con goma nueva iba cerca, descubrimos que había perdido un tornillo del carenado, ni enterado el despistado, más puntos para el asado.

Bariloche - Bolsón - Bariloche

Es el tercer día, nos cuesta un poco levantarnos; una mañana hermosa al igual que el resto de los días anteriores. Nos ponemos la malla bajo el mono y nos vamos para la estación. La noche pasada Sebastián cortó el cable del embriague y se acostó pensando en no salir y armando ya estaba arreglándola. Nos vamos para la estación, pero el problema resultó ser la varilla que lleva la kawa, se sube en el zx14 con el Mosca y programamos a la noche llevarlo a soldar con el Wally.
Nos encontramos con unos muchachos de Rafaela, unos doce, había BMW, Honda VTR SP1, R1, Suzuki, y un montón más de motazas, con la misma onda que nosotros, de fin de semana de curvas, muy buena gente.
Ahí nos quedamos esperando al Mosca y al Sebastián y salimos de Bariloche rumbo a Bolsón; nos agrupamos en el puente, y de ahí salimos juntos para un reagrupe antes del Cañadón de la Mosca, fotos de por medio, intimidaba.
Armando a la cabeza, Walter, yo y Fabián con Cecilia, y a bajar; un verdadero espectáculo. El Zacha también venía cerca. Un festival de curvas de paisaje, barrancos y los temidos guardarrail. Un ritmo interesante nos permitió en breve estar parando nuevamente a otra agrupada, fotos, charla y mucha agua, estaba fresco andando pero al parar, sentías el sol en la cabeza.
El paisaje indescriptible, el asfalto con algunas deformaciones, que según me comentaban estos últimos años se fue acentuando en mayor medida, igualmente molestan pero se baja el ritmo y no manifiestan riesgo alguno.

Ya el ritmo que mantengo me permite mantener una distancia adecuada, más la ensalada de curvas en la cabeza se está ordenando, haciendo que el disfrute se maximice; mi recuerdo de este camino es con mi auto de vacaciones hace unos años, jugando carreritas con otro, esto fue por demás mejor y menos riesgoso.
Las curvas interminables, que al principio le pedís que por favor terminen, pero al tiempito le agarrás el gustito y le ponés peso a la estribera y más acelerador, manteniendo la trazada, y luego no querés que terminen. La verdad que esta parte del paisaje la vi en el video, mucho no me dio, pero el entorno verde es un relajo para la vista.
El grupo cada vez más compacto preemitía que mantengamos ritmos en conjunto interesante, llegando al Bolsón a almorzar. Corderito patagónico, algunas pastas, milanesas completas, y gaseosas, otra vez comiendo.
El que me conoce sabe que no soy de mucho comer, creo que me empache estos últimos días casi no como, jaja, comimos mucho, pero el disfrute lo merecía; el cuerpo quedaba molido de tanto ponerle peso a la estribera.

Llegan los muchachos de Rafaela y almorzamos mesa de por medio, todos afuera.

Luego de esto, siesta mediante nos vamos a Puelo, un poco de curvas, ripio y el lago Puelo en su magnificencia; algo de siesta, lluvia de piedras, o mejor dicho guerra; nos combatimos y creo que la peor parte la llevó Cecilia, ya que no tiró ninguna y le pegaron unas cuantas, estaba en el medio.
Se apareció el Mosca con torta de chocolate con frutillas y alfajores de maicena con abundante dulce de leche, más mate.

Salimos para Bolsón a cargar y encaminarnos para Bariloche a las cabañas, organizando el asado que paga el Gaby por todas sus macanas.

En el viaje de vuelta, la mujer del Zacha, Laura, se sube a la moto con Armando, y se nos suman dos muchachos de la zona; la vuelta fue endemoniada, con un ritmo muy bueno, íbamos prendidos, casi siete, reagrupamos a mitad de camino y llegamos a Bariloche. Esta parte fue espectacular, con algunas cosas para mejorar, ya que alguno sobrepasó de manera inadecuada, una charla y seguimos amigos.
La vuelta superó la ida, enfierrados en el grupo no notamos lo próximo que llegamos a Bariloche, de ahí tráfico, menguamos y llegamos casi en grupo a la rotonda de Bariloche, todos contentos y ya mandamos al Gaby a comprar para el asado.

Llegamos a la cabaña, aproveche a lavar la moto; la mugre era mayúscula, entre el tiempo que no la lavaba más los bichos que explotaban en la ruta, la burbuja se veía más amarilla que transparente.

Arrancó Sebastián con el tema de reparar la varilla del embriague y estuvo casi toda la noche hasta que se volvió a cortar y organizó para la mañana siguiente despachar a Bs. As. la moto, así la reparaba en su taller.
Listo el asado del Gaby, un espectáculo, con esa se redimió de las faltas y con la cuenta en cero disfrutó del asado.

Entre charla y charla surgió el tema de la velocidad, la distancia entre motos y los sobrepasos. Armando definió el ritmo, la búsqueda de esa sincronía entre piloto, moto y trazada, llevada al conjunto de participantes, buscando que se vea esa fantástica serpiente que alucina en las curvas trabadas que en algunas partes de los videos se puede observar.
La búsqueda del aprendizaje continuo, siempre buscando un ritmo de disfrute motero, calcando trazadas, siendo suaves con el acelerador, con alguna que otra frenada también calcada. Esta es mi definición de un viaje con Pilotos de Velocidad, con gente que no busca la velocidad por la velocidad, sino la técnica, la sincronía, la hermosura del viajar con amigos que se entienden y gozan de lo mismo.
Eso es el Ritmo, que busca en las zonas rápidas menguar para no llegar a la locura de velocidades de riesgo para nosotros y los demás automovilistas que también circulan por el mismo espacio. Invadir carril contrario es una falta grave, es el síntoma de que estamos siendo superados, venga o no un auto en ese carril, no tiene perdón, o se va más despacio o no se anda con esa actitud, hay que estar conciente
De las capacidades de cada uno, del día, del como nos sienta el camino, de las ganas, de todo el conjunto que nos hace ser lo mejor que podemos ser o si sucede lo contrario ser unos mediocres o peor, lo importante antes del grupo es estar tranquilo y enfocado, el ritmo viene solo. Los que participan de guías buscan la velocidad del más débil, para que éste se agrupe y disfrute también.

A dormir, preparamos bolsos y Cecilia salio para Neuquén a trabajar con nuestras pertenencias, muchas gracias Cecilia de parte todos, gracias a eso el día siguiente se podrá definir de espectacular al no cargar más que lo necesario.


Bariloche - Villa La Angostura - Confluencia - Neuquén

Mañana temprano, el Sebastián a despachar moto y bolso para Bs. As, nos vamos a Mamushka a tomar un desayuno. Muy fresca la mañana, mucho sol, pero la bruma en el lago nos marcaba una mañana de fresquete. Salimos para la Terminal, levantamos a Sebastián, y rumbo al empalme a Villa donde reagrupamos.
En el camino me agarró un tirón en el hombro que todavía me molesta, pero increíble no me jorobó en el viaje; creo que realmente esto es tan lindo que no lo quiero sentir, pero molesta a la mañana, una tortícolis; creo que es producto de la camarita, pero también puede ser un golpe de frío, ya que estaba muy liviano bajo el mono cuando me dio.

Nos ordenamos: Walter, Zacha, Fabián, yo y Armando y salimos para Villa La Angostura. Después de unas curvas planas muy rápidas, nos acercamos al lago; increíble la belleza de esto, superó mi capacidad de asombro. Ccreo que es la meca del motociclismo de montaña, curvas entrelazadas, en donde el cartel amarillo marca un dibujo de la traza, que se parece más a los primeros dibujos de mi sobrino a los 2 años que a unas curvas.
Los carteles inhibían, pero Walter lo hacía ver posible, entonces íbamos a la rueda de él, manteniendo un ritmo que sólo fue limitado por un camión con batea, que por lo sinuoso y cerrado con vegetación nos dificultó el superarlo algo de 22 curvas, un montón, pero no tiene sentido arriesgar; la vista es magnifica así que se disfrutó el mientras.

De ahí en adelante a Villa, entrelazando lo que venía, un ritmo espectacular, entendiendo en ese mismo momento por qué Armando lo llamaba la frutilla del postre, y se cansó de decirme que lo demás es solo aperitivo, no se equivocó.
Llegando a Villa nos reagrupamos y nos fuimos a los dos muelles, fotos de por medio terminamos con unas pizzas, finalizando en Jauja para unos helados artesanales. Me dolía tanto el cuello que Gaby se ofreció a hacerme masajes y algo calmó, nadie entendía por qué no hablaba nada; realmente me dolía.
Arrancamos al límite con Chile; otro camino espectacular, condicionado por la calidad de asfalto que hace aflorar la brea, siendo en algunas épocas resbaloso. Descansamos cercanos al lago, algún siestín, armamos todo y salimos para Neuquén.

Nos quedaba un trecho largo, y aproveché el camino de frontera a Villa para filmar a todos los muchachos, se nos habían sumado el Bigote y su mujer; el Bigote un experimentado que vive en Bariloche que se sumó respetando las pautas de convivencia que fomenta el ritmo.

Llegando a Villa recargamos y nos aprestamos para salir a Neuquén. Me coloco tras Armando para filmar al maestro, con la condición de que si quería ser filmado debía dejarme seguirlo, tarea nada fácil pero alcanzada. De ahí me dejé pasar por el grupo para ser espectador de lujo de lo que iba a venir hasta que la camarita quedó sin batería y no pudo guardar imágenes que alucinaron. Éramos cinco: Armando a la cabeza, Walter, Bigote, Fabián y yo, un ritmo endemoniado como en mi vida mantuve, pero con una tranquilidad que todavía me sorprende; curvas y más curvas, muy poco tráfico, ningún error y nos encontramos en el empalme, nos sacamos los cascos, las sonrisas eran de quiero más!!!.

Nos reagrupamos y salimos a confluencia; este camino es espectacular, el entorno no lo acompaña, muy seco, pero rectas cortas enlazadas con curvas interminables y eses endemoniadas, con un promedio algo más elevado en la recta, ya que el grupo se mantuvo consistente; nos encontró en confluencia con una sonrisa aun más grande.
Listo, descansamos y nos quedaban unos interminables 400 km para Neuquén, y esa es otra historia...

Terminé de editar los videos y a subirlos a youtube.

Un abrazo

ProRacer