jueves, 5 de marzo de 2009

Visita a Pilotos de Velocidad - Parte I

Visita a los integrantes de Pilotos de Velocidad

Para describir lo que fue esto habría que remontarse al principio del principio…

Creo que todos los que nos gustan las motos queremos en algún momento, o en varios, sentir todo lo que la moto es capaz de hacer. Si no tenemos lugares adecuados, aceptamos los que nos rodea y hacemos --negligentemente o no-- pequeñas salidas a la ruta.
Siempre pensando en que hay que tener cuidado y esas cosas que nos pasan por la cabeza, pero siempre me quedó ese gustito de probar hacer cosas realmente buenas.

Otra que define a esta introducción es: sábado y 37º C, día libre, la moto en el garaje y uno que dice, que lindo salir a andar en moto, pero con esta temperatura parece más un sufrimiento que un placer, y con esa idea nos vamos a la playa. Por más que algunas veces salgamos a la ruta, todos sabemos que lo hacemos más de porfiados o fanáticos que otra cosa; lo distinto es salir con compañeros que disfruten de la moto tanto o más que uno, en donde este pequeño sufrimiento se convierte en deleite constante.

Entonces, luego de esta pequeña introducción en mi forma de ver la moto y lo que significa, arranco.

Creo que muchos navegamos en la Web buscando consejos, ideas, películas, revistas, carreras, etc., de motos (en mi caso, más de pisteras, pero no dejando al cross de lado).
En esas búsquedas nos topamos con foros compuestos por otros tipos como nosotros que hablan de las quedadas, de los viajes, de los track day, y nos metemos a incursionar; y luego hacemos una mirada para nuestro país, y sólo lo que encontramos son en general motocencuentros y pequeñas salidas a la ruta, seudo organizadas.

De ahí les cuento que hace algo de 8 meses encontré un foro de Motos, Pilotos de Velocidad, compuesto por motociclistas como todos nosotros, pero que usan el foro para organizarse y hacer de todo fin de semana alguna actividad con la moto.
En esos días que los encontré estaba planeando lo que sería y fue mi primera clínica de conducción asistiendo a la Clínica de David Paredes, un grande de las motos de Córdoba.

En esto, los chicos del foro nos invitan a que nos acerquemos a Neuquén y alrededores, ya que en las carreras de motos organizaban tandas libres para los callejeros como nosotros.

Durante este verano me surgieron un montón de cosas con la moto, y me metí si es posible mucho más en este mundo tan lindo. Si quizás los que me conocen de cerca podrán afirmar, que últimamente estoy Mototemático, lo cual no se nota cuando me junto con otro de las motos, pero bajé y sigo bajando y viendo desde revistas, películas y libros de motos, agregando que veo todas las carreras que encuentro.

Cuando estaba por ir a mis vacaciones a la Isla, descubro que estos muchachos del foro organizaban un viajecito a la cordillera. Por más que traté de ir, la pierna, la infaltable compañía para hacer esos 1440 km. que nos separan, no podía. Lo dejé para más adelante pensando en que como mínimo sería para la próxima vacación.

Cuando volví de ellas leo que se estaba organizando un track day como dicen los UK, y me puse en contacto con un genio de ese foro, Armando, genio y pilotazo, como así también profesor, y de ahí a organizar el viaje.

En la organización fue primeramente hablar y tratar de convencer a la pierna para que me acompañe; pero no podía. Entonces pensé me voy conduciendo, saqué cuentas y me quedaba sin goma para girar, lo cual sería desastroso, ya que aparte había que volver. Para el que no conduce este tipo de moto, le comento que la goma trasera llevándola media alegre algo de 200 y más no pasa los 4000 km.. Si notan la distancia de 1440 de ida y vuelta, más los kilómetros que tenía la goma que no eran muchos, la idea era imposible. Solución: Armando me ofrece conseguir la goma y que este allá para colocarla. Me salvó, no había forma de no ir.
Y en ese momento hablando con amigos uno me presta su camioneta, un grande, sipi, Daniel es un grande. Ya estábamos, quedaba pedir los días, jaja, y a partir.

La parte de los días fue muy fácil. De ahí a esperar a salir, cambiar líquido de frenos, remachar la cadena, ahí una gran mano de Luisito de Macro Rent (para hacerse espacio para verla cuando estaban con un montón de cosas en la concesionaria, súmale a eso que me ayudaron a cargar la moto, eslingarla y esas cosas, les debo unas facturas, me estaba olvidando).

El viaje de ida fue más fácil de lo que pensaba; compré pastillas, galletitas, llené el tanque y arranqué tipo 14 hs, la velocidad limitada por el dueño a 110, lo cual acepté y mantuve a raja tabla. fueron 13 hs y estaba en Gral. Roca, buscando hotel. Llego viernes a la noche, todos de joda y yo buscando un hotel con cochera, a eso súmale que estaba muerto, al final lo conseguí. De ahí a dormir y conectarme, mensajes, salida con los chicos del foro a eso de las 14.00 en Neuquén y a almorzar un rato antes que eso.

Dormí con el aire ya que la temperatura era de unos 32 a la noche, y súmale a eso que yo venía de no más de 20 de noche, entonces a.a. y a dormir. Durante el viaje me faltó contar que aproveché a probar una técnica para no dormirme: escuchando libros leídos (y gracias a eso empecé y a la vuelta terminé “El amor en los tiempos del cólera” de Gabriel García Márquez, herramienta infalible descubierta de los viajes a los yacimientos acá en el sur).

Me levanté medio cansando y llamé a Armando, quedamos en vernos en Neuquén en una hora, de ahí desayuno y a bajar la moto. Para mi alegría encontré en pleno centro de la ciudad de Roca un desnivel que permitió bajar la moto sin rampa, con lo que solito sin la ayuda de nadie estaba bajando la CBR. De ahí, era ponerme el traje para salir; como pintaban más de 36 para esa tarde, recordé haber traído la campera liviana, la camel bag que tanto me salvó en Carlos Paz en la Clínica de David, y salí para Neuquén. Lo encontré a Armando que me estaba esperando.

Ahí lo conocí, luego de algo de charla (él estaba terminando cosas de su moto), me invitó a lavar la mía; esto lo escribo con total caradurez, no soy de lavarla, es más los chicos de Macro Rent son quienes más la lavaron desde que la tengo. Así que lo sentí como compartir el mate: no iba a decir que no. Esto lo comento por que después descubrí que los chicos cuidan mucho sus motos, acá lo había visto con mis dos amigos, pero creí que era cosas de ellos; resultó que el distinto era yo. Cuando estaba zafando de limpiar la llanta trasera, me aparece un Armando con un trapito y nafta, entonces obligado la lavé completa, quedó muy linda, lo necesitaba.

En eso Armando me contó cómo hacían las cosas allá, cómo conseguían el autódromo para hacer estos track day y me contó un poco su historia y cómo se convirtió en el campeón de mayor edad del Superbike Nacional, y cómo lo repitió un par de veces más, increíble; a eso súmale que te enseña todo lo que sabe, es un libro abierto.

De ahí salimos para encontrarnos con otros muchachos más, almorzar y preparar la salida. Nos fuimos a los embalses, encaramos para Huincul, de ahí a Añelo y luego de vuelta a Neuquén por otro embalse más.

Lo que resultó de mi agrado es que éramos 9 con seis motos, había tres acompañantes, las cuales creería que le gustan más las motos que a mí, porque anduvieron todo el trayecto atrás de sus parejas sin quejarse, y eso que hizo 36 y los muchachos, es decir todos, no le aflojamos mucho a la velocidad.

La organización que tenían para viajar está muy buena, en las rectas a la velocidad del guia, que es prudente, y encolumnados de a dos intercalando posiciones; llegás a las curvas, te encolumnás en una sola línea y a doblar. El primero de la columna marca la velocidad e instrucciones de la curva. La verdad es que el grupo va fuerte pero a una velocidad que da para todo, recordando que íbamos en una ruta y que cada tanto cruzábamos un auto. Las mejores curvas que recuerdo están llegando al primer embalse; me hicieron recordar Copina, son muy pocas, pero muy lindas, y la otra parte que hicimos fue saliendo de Añelo para Rincón de los Sauces, la primera parte presenta unas curvas interesantes y muy seguidas.

Paramos en Añelo y a comer facturas con mate. Los chicos de los pueblos se acercaron. Como para no acercarse: la moto mas chica era la mía, un CBR 1000; había Fazer 1000, Suzuki 1000, R1 y una ZX 11, la más grande.

De ahí de vuelta a Neuquén y a tomar una cerveza, no era para menos cerveza con papas fritas luego de unos 400 km. aproximadamente desde las 14.30 hasta las 19.30 con temperaturas elevadas.

Luego de eso a preparar la moto de Armando, cambiar la goma trasera para el autódromo, y fuimos a la casa de Walter, otro de los organizadores.

Ahí lo conocí a Walter, creo que lo primero que vio fue el carenado de la moto, orgulloso del diseño que uso de Valentino Rossi (quien lo usó en Valencia 2003), lo miraba y se reía.
Hicieron un asadito por la llegada del Tato con su familia y la mía. La pasamos muy bien, hablando obvio de motos, de los viajes, del autódromo, del foro, etc. Hablando de esas cosas fue que me fui convenciendo de que haber ido allá era una de las mejores cosas que había hecho últimamente. Ya casi convencido de que este viaje no iba a ser el primero a Neuquén.

Creo que entre charla y chistes se hicieron la 1.00. De ahí me fui a Roca, no sin antes conocer el mirador de la capital neuquina, que a esa hora se veía hermoso.

Continua...

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